viernes, 7 de agosto de 2009

¿Y SI BATMAN HUBIERA PROTAGONIZADO LA HISTORIA DE "FRANKENSTEIN"?

“Elseworlds”: La línea de DC Comics que nos plantea historias alternativas de los héroes en lugares o situaciones en las que no podían ni debían haber existido. Hemos visto la nave que llevaba a Kal-El aterrizando en la Ex Unión Soviética en “Red Son”, o a Flash recibiendo la bala que iba para John F. Kennedy en “Flashpoint”.

En “Castle of the Bat” (“El Castillo del Murciélago”) somos testigos una de las más famosas historias de terror protagonizada por uno de los personajes más famosos de los cómics.

¿La historia? Frankenstein, de Mary W. Shelley.

¿El personaje? Batman.

BRUCE WAYNE CRECIÓ Y ESTUDIÓ MEDICINA... IGUAL QUE SU PADRE
En la historia original, la familia Wayne sale del cine después de ver “La Marca del Zorro”. Deciden cruzar por un callejón, y es allí donde Thomas y Martha son asesinados por Joe Chill. Este trauma mata a Bruce Wayne y da vida a Batman.
En “Castle of the Bat”, ambientada en 1819 en Ingoldstadt, Alemania (un año después de la publicación de la novela de Shelley), la familia Wayne sale del teatro y van en su carruaje en un camino desolado, acaban de ver “Sueño en una noche de verano” de William Shakespeare, cuando son atacados por un ladrón a mitad del camino. La última conversación que Bruce tiene con su padre es sobre su vocación... por eso decide estudiar medicina, igual que su progenitor.

El sirviente de éste Bruce Wayne alemán se llama Alfredo. Es jorobado, al igual que Fritz, el criado del doctor Frankenstein sólo en la película, -pues en la novela original no tiene ninguno-. El oficial que está a cargo de la investigación sobre el misterioso “Bat-Man” que acosa a los criminales en los caminos de Alemania en este universo alternativo es el Bürgermeister Gordon... quien es, obviamente, la versión germana del siglo XIX del Comisionado Jim Gordon.

PERO VOLVAMOS A LA HISTORIA...
...que sigue con Wayne estudiando medicina, hasta que descubre una cueva llena de murciélagos en las bóvedas de la vieja escuela de medicina, donde hay un laboratorio con órganos humanos de donadores para que los estudiantes aprendieran... alli encuentra un frasco con un cerebro. En la etiqueta que clasifica por nombres se lee: “WAYNE”.

En la bati-versión versión de Frankenstein, el Dr. Bruce Wayne creará al monstruo con el cerebro de su difunto padre. El proceso en que da vida a la criatura es el mismo que todos conocemos: La noche tormentosa, el cuerpo subiendo en una camilla, recibiendo el relámpago, y el doctor exclamando lleno de júblio al percatarse que su creación se mueve: “¡Está vivo, está vivo!”. Una escena que ha quedado grabada en la mente de todos los cinéfilos y todos los aficionados al género de terror, sin duda alguna y que en este elseworld se reproduce de forma excelente.

Los amores y enemigos del Dr. Wayne no faltan: Van Klooster es el asesino que sustituye a Joe Chill, el Dr. Seltsam, maestro de Bruce en la Facultad de Medicina, antagoniza de manera muy ingeniosa la cuestión de la ética médica. En el lado amoroso aparece Julia Lavenza, que no es ningún personaje de la batifamilia, pero si sustituye a Elizabeth, personaje de la novela de Mary Shelley.

EL MOMENTO DE LA VENGANZA
Wayne inyecta el cuerpo de la criatura con un suero para que esta obtenga habilidades de un murciélago y lo disfraza de tal forma que asuste a sus rivales, (con el manto del murciélago que todos conocemos) pues como dice el Batman de nuestra continuidad: “los criminales son cobardes y supersticiosos”.

Ahora, el monstruo de Bruce Wayne, con el cerebro de su brillante padre Thomas, sale a los caminos de Ingoldstadt a atacar criminales y ladrones; pero por supuesto, a buscar al hombre que lo mató y a vengarse. Wayne lo bautiza como “The Bat-Man”.

Conforme pasa el tiempo, la criatura adquiere rasgos de murciélago, y secuestra a Julia. Entretanto, el Dr. Seltsman planea pervertir las ideas de Wayne, y el Bürgermeister Gordon dirige a una turba furiosa con antorchas, dispuestos a quemar el hogar del Dr. Bruce Wayne... igual que en la vieja película protagonizada por Boris Karloff.

JURANDO POR HIPÓCRATES
Un aspecto importante de este elseworld es el giro que le da a la obsesión de Bruce Wayne por nunca matar a un ser humano. Aquí no se centra en la perspectiva del millonario de Gotham City, sino en el Juramento de Hipócrates. La trama del cómic se mueve constantemente en la ética del médico, de salvar vidas por encima de todo. Un caption reproduce un fragmento del juramento en la última página del cómic: Cualquier cosa que yo vea; diga o entienda en la sociedad, sea en el ejercicio de mi profesión o fuera de el, si es conveniente que no se divulgue, la guardaré en secreto con el mayor cuidado..., haciendo referencia, como resulta claro, a la identidad secreta de Bruce Wayne.

¡ESTÁ VIVO, ESTÁ VIVO!
La inspiración directa de “Castle of the Bat” es, como ya se dijo, la novela “Frankenstein” de Mary. W. Shelley y la adaptación fílmica “Castle of Frankenstein”, dirigida en 1931 por el genial director británico James Whale, quien también adaptó “El Hombre Invisible”.

Con esa película, Boris Karloff se convirtió en el ícono del cine de terror a blanco y negro, con su rostro impasible, su cabeza enorme y sus dos tornillos a los lados, imagen por excelencia del monstruo creado por el inmortal doctor.

Con respecto a la novela original, “Frankenstein o el moderno Prometeo” publicada en 1818 por Mary Wollstonecraft Shelley: La novela es una alegoría a la perversión que puede traer el desafío científico y se enfoca en la ética médica. Sobre esta grandiosa novela ya se ha dicho prácticamente todo.

“Castle of the Bat” destaca por el dibujo de Bo Hampton: unas acuarelas que hacen ver un cómic de terror como una obra hermosa.

“Castle of the Bat” es más que un elseworld: es una excelente fusión de cine, literatura y cómic.

Artículo publicado en la revista "Comic Zone".

No hay comentarios:

Publicar un comentario