El pasado 4 de noviembre murió de cáncer un escritor que pese a su producción de best-sellers supo divulgar la genética, la paleontología, la historia medieval, la Teoría de Caos, la física cuántica, la nanotecnología, la historia de la Inglaterra Victoriana o el comportamiento de los primates. Su obra no solo fue cuestionada, sino hasta condenada, cuando puso en tela de juicio el calentamiento global, perdiendo lectores y ganando detractores.
A pesar de todo, se le recordará como el hombre que tuvo una singular idea: extraer DNA de un mosquito atrapado en ámbar y completar su secuencia genética con la de una rana para permitir que los dinosaurios pisen nuevamente la tierra.
Descanse en paz, Michael Crichton.
El autor de “Congo”, “La amenaza de Andrómeda”, “Esfera”, “Acoso Sexual”, “Sol naciente”, “Rescate en el tiempo” el guión de la película “Tornado” y la serie televisiva protagonizada por George Clooney, “E.R. Urgencias” nació el 23 de octubre de 1942 en Chicago. Gracias a su padre siempre se sintió inspirado a escribir, aunque estudió medicina en Harvard donde se recibió summa cum laude. Aplicó gran parte de sus conocimientos a su vocación como escritor, al igual que otro de sus ídolos y más grandes influencias: Sir Arthur Conan Doyle, el creador del detective más famoso de la literatura, Sherlock Holmes. Para pagar sus estudios, Crichton escribía novelas policíacas bajo el seudónimo de Jeffery Hudson, lo cual era una ironía de su parte, pues era el mismo nombre del enano de la reina Henrrieta Maria de Francia, y Crichton medía dos metros.
No fue sino hasta 1969 cuando publica la novela de ciencia ficción “La amenaza de Andrómeda”, que ya contaba con su estilo característico: dilemas morales sobre el uso debido o indebido de la ciencia, documentos ficticios que completan la trama, abundantes diálogos y una estructura muy sencilla. Ese mismo año Crichton ganaría el premio Edgar por su novela A case of need (“Un caso de urgencia”). Crichton creó el subgénero llamado “technotriller”, que es la fusión de los elementos de novela policíaca o de espionaje con aspectos científico-tecnológicos. 
No es sino hasta 1990 que publica la novela que lo haría mundialmente famoso: Jurassic Park, que atrajo la atención de Steven Spielberg, quien realizó la versión cinematográfica en 1993. La historia es de sobra conocida: un parque de diversiones donde los dinosaurios vuelven a la vida. Todo parece perfecto… pero en los techno-thrillers de Crichton eso no puede pasar, así que los personajes ven la manera de escapar esquivando velociraptores, un tiranosaurio y otros lagartos terribles. La acción recae sobre el Dr. Alan Grant y el matemático experto en la teoría del caos Ian Malcolm. El éxito de la novela llevó consigo la secuela: The Lost World en 1995 (“El mundo perdido”). Gran parte de la fama de sus obras se debe más que a la calidad literaria a las adaptaciones cinematográficas, como “Acoso Sexual” que contó con Michael Douglas y Demi Moore en los papeles principales,“Sol Naciente”, con la actuación de Sean Connery o “Esfera” con Sharon Stone.
La polémica ocasionada por su penúltima novela publicada en 2004, State of Fear (“Estado de miedo”, traducida al castellano por editorial Plaza & Janés, al igual que gran parte de su obra), en donde niega aspectos del calentamiento global asegurando que todo es paranoia colectiva, trascendió fronteras que hicieron enfadar no sólo a científicos y divulgadores, sino a Al Gore, quien el 21 de marzo del 2007 declaró: nuestro planeta tiene fiebre, si tu bebé tiene fiebre, lo llevas al doctor. Si el doctor te dice que debes intervenir, tú no dices “Bien, leeré una novela de ciencia ficción donde me dicen que no hay problema”. Sin duda, esta declaración sintetiza la opinión que muchos de sus lectores tuvieron, que expresaron su descontento en varios foros de discusión en la red.
En su última novela, Next (2006), Crichton regresa al tema de la genética que lo hizo tan famoso. A lo largo de su vida vendió alrededor de 150 millones de copias.
El escritor llevaba tiempo peleando contra el cáncer, quien lo derrotó el 4 de noviembre a los 66 años. En un comunicado de prensa, su familia expresó: mediante sus libros, sirvió como una inspiración a los estudiantes de todas las edades, retó a los científicos en muchos campos e iluminó los misterios del mundo para hacerlos comprensibles para todos. Su familia no especifica el tipo de cáncer.
Crichton no fue un autor cuya obra revolucionó el mundo de las letras. Su prosa no era de una calidad que provoca orgasmos entre los snobs de las instituciones y los intelectuales de claustro. Es un hecho que muchos de sus planteamientos no terminaron por cumplirse, como fue el caso de otros escritores de su género como Julio Verne… pero es innegable que libros como Jurassic Park seguirán leyéndose a lo largo de la historia, y que así como muchos jóvenes lectores han pasado tardes de verano acompañados por Sandokan, Tom Sawyer, Sherlock Holmes, Edmundo Dantes o Axel Lindenbrock, muchos las pasaran acompañados del Doctor Grant, Ian Malcolm y los temibles velociraptores.
A pesar de todo, se le recordará como el hombre que tuvo una singular idea: extraer DNA de un mosquito atrapado en ámbar y completar su secuencia genética con la de una rana para permitir que los dinosaurios pisen nuevamente la tierra.
Descanse en paz, Michael Crichton.
El autor de “Congo”, “La amenaza de Andrómeda”, “Esfera”, “Acoso Sexual”, “Sol naciente”, “Rescate en el tiempo” el guión de la película “Tornado” y la serie televisiva protagonizada por George Clooney, “E.R. Urgencias” nació el 23 de octubre de 1942 en Chicago. Gracias a su padre siempre se sintió inspirado a escribir, aunque estudió medicina en Harvard donde se recibió summa cum laude. Aplicó gran parte de sus conocimientos a su vocación como escritor, al igual que otro de sus ídolos y más grandes influencias: Sir Arthur Conan Doyle, el creador del detective más famoso de la literatura, Sherlock Holmes. Para pagar sus estudios, Crichton escribía novelas policíacas bajo el seudónimo de Jeffery Hudson, lo cual era una ironía de su parte, pues era el mismo nombre del enano de la reina Henrrieta Maria de Francia, y Crichton medía dos metros.
No fue sino hasta 1969 cuando publica la novela de ciencia ficción “La amenaza de Andrómeda”, que ya contaba con su estilo característico: dilemas morales sobre el uso debido o indebido de la ciencia, documentos ficticios que completan la trama, abundantes diálogos y una estructura muy sencilla. Ese mismo año Crichton ganaría el premio Edgar por su novela A case of need (“Un caso de urgencia”). Crichton creó el subgénero llamado “technotriller”, que es la fusión de los elementos de novela policíaca o de espionaje con aspectos científico-tecnológicos.
No es sino hasta 1990 que publica la novela que lo haría mundialmente famoso: Jurassic Park, que atrajo la atención de Steven Spielberg, quien realizó la versión cinematográfica en 1993. La historia es de sobra conocida: un parque de diversiones donde los dinosaurios vuelven a la vida. Todo parece perfecto… pero en los techno-thrillers de Crichton eso no puede pasar, así que los personajes ven la manera de escapar esquivando velociraptores, un tiranosaurio y otros lagartos terribles. La acción recae sobre el Dr. Alan Grant y el matemático experto en la teoría del caos Ian Malcolm. El éxito de la novela llevó consigo la secuela: The Lost World en 1995 (“El mundo perdido”). Gran parte de la fama de sus obras se debe más que a la calidad literaria a las adaptaciones cinematográficas, como “Acoso Sexual” que contó con Michael Douglas y Demi Moore en los papeles principales,“Sol Naciente”, con la actuación de Sean Connery o “Esfera” con Sharon Stone.
La polémica ocasionada por su penúltima novela publicada en 2004, State of Fear (“Estado de miedo”, traducida al castellano por editorial Plaza & Janés, al igual que gran parte de su obra), en donde niega aspectos del calentamiento global asegurando que todo es paranoia colectiva, trascendió fronteras que hicieron enfadar no sólo a científicos y divulgadores, sino a Al Gore, quien el 21 de marzo del 2007 declaró: nuestro planeta tiene fiebre, si tu bebé tiene fiebre, lo llevas al doctor. Si el doctor te dice que debes intervenir, tú no dices “Bien, leeré una novela de ciencia ficción donde me dicen que no hay problema”. Sin duda, esta declaración sintetiza la opinión que muchos de sus lectores tuvieron, que expresaron su descontento en varios foros de discusión en la red.
En su última novela, Next (2006), Crichton regresa al tema de la genética que lo hizo tan famoso. A lo largo de su vida vendió alrededor de 150 millones de copias.
El escritor llevaba tiempo peleando contra el cáncer, quien lo derrotó el 4 de noviembre a los 66 años. En un comunicado de prensa, su familia expresó: mediante sus libros, sirvió como una inspiración a los estudiantes de todas las edades, retó a los científicos en muchos campos e iluminó los misterios del mundo para hacerlos comprensibles para todos. Su familia no especifica el tipo de cáncer.
Crichton no fue un autor cuya obra revolucionó el mundo de las letras. Su prosa no era de una calidad que provoca orgasmos entre los snobs de las instituciones y los intelectuales de claustro. Es un hecho que muchos de sus planteamientos no terminaron por cumplirse, como fue el caso de otros escritores de su género como Julio Verne… pero es innegable que libros como Jurassic Park seguirán leyéndose a lo largo de la historia, y que así como muchos jóvenes lectores han pasado tardes de verano acompañados por Sandokan, Tom Sawyer, Sherlock Holmes, Edmundo Dantes o Axel Lindenbrock, muchos las pasaran acompañados del Doctor Grant, Ian Malcolm y los temibles velociraptores.
Artículo publicado en el periódico "Correo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario